SUEÑO

No hay sueño sin hambre.

Comienza con un poco de picoteo que se hace más fuerte y más fuerte, comenzamos a mirar, crece en una verdadera hambre, cerramos los ojos e intentamos imaginar lo que nos va a satisfacer, las ideas pasan delante de nosotros hasta que una de ellas enciende una llama, chispas emoción, entusiasmo, nos inspira, la mente empieza a trabajar, la creatividad se desarrolla y el sueño se vuelve claro.

El sueño es la fuente de energía, no vamos a ir lejos y no vamos a dejar que se vaya. Tiene pasión, la creatividad, la ambición, nos cierra de golpe largo y ancho.
Como nos volamos más alto, más posibilidades se extienden ante nosotros, más oportunidades, aumenta nuestra hambre, el fuego quema más fuerte, todo parece posible.

El ensueño gana fuerza, nos da coraje – para cumplir un sueño, a veces nos tomamos un riesgo. Nuestros sueños nos han llevado a donde estamos hoy.

Vemos el sueño como una herramienta para el liderazgo, por liderar. Un sueño traducido en visión y mapa de ruta, un verdadero ensueño inspira motivación y creencia, tal sueño es contagioso, puede ser transmitido, y esto en realidad, es nuestra misión.